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jueves, 22 de septiembre de 2016

Inteligencia Emocional y Musicoterapia....



Inteligencia emocional y musicoterapia:
La coherencia cardiaca y nuestro bienestar interior


Sentimos las emociones en nuestro cuerpo, eso ya es conocido, experimentado por todos nosotros y los estudios científicos realizados al respecto son muchos. Aunque no desde hace mucho, se sabe que los intestinos y el corazón poseen un sistema de neuronas en una red neuronal característica de cada uno, que son como pequeños cerebros en el interior de nuestro cuerpo.


Estos cerebros locales son capaces de tener sus propias percepciones, de modificar su comportamiento en función de éstas, e incluso de transformarse después de sus experiencias, es decir en cierta manera de formar sus propios recuerdos.

Además de tener su propio sistema de neuronas el corazón es una fábrica de hormonas. Adrenalina, cuando necesita funcionar al máximo de sus capacidades, ANF, que regula la presión arterial, y la oxitocina, la hormona del amor.

Todas estas hormonas actúan sobre el cerebro directamente.

De hecho, el corazón hace participar a todo el organismo de las variaciones de su campo electromagnético, el cual podemos detectar a varios metros de distancia, pero del que aún se desconoce la significación, desde el punto de vista de la ciencia…

El corazón, percibe y siente y además influencia todo el organismo, comenzando por el cerebro.
De ahí, todos los casos de ansiedad, depresión, dificultades respiratorias, palpitaciones, etc.


La relación entre el pequeño cerebro del corazón y el cerebro emocional es una de las llaves de la inteligencia emocional. Consiguiendo controlar nuestro corazón, conseguimos dominar nuestro cerebro y vice-versa.

La relación más fuerte entre el corazón y el cerebro emocional está establecida por lo que llamamos el sistema nervioso periférico autónomo.

El sistema nervioso periférico autónomo está constituido de dos ramas que se enervan cada una a los órganos del cuerpo a partir del cerebro emocional. Una rama es la simpática que controla las reacciones de fuga y de combate, es decir que acelera el ritmo cardiaco, y la otra rama es la parasimpática cuya actividad es la de relajar y ralentizar el ritmo cardíaco. La relación entre estas dos ramas del sistema nervioso es la que rige la coherencia, o el caos en el ritmo de los latidos del corazón.

Según la calidad de nuestras emociones, las reacciones que tengamos ante las circunstancias de nuestra vida van a determinar el estado de caos o de coherencia de nuestro ritmo cardiaco y por lo tanto de salud o de enfermedad en nuestro cuerpo, puesto que está en íntima relación con el cerebro y todo nuestro organismo.


Cómo conseguimos controlar este ritmo y desarrollar la coherencia, que es la fuente de la salud emocional y física, por ende? 
A través de la respiración consciente y el control sobre ésta en momentos intensos a nivel emocional.



Los cuencos tibetanos:


Cómo llegar a la coherencia cardiaca en un mundo que nos empuja a vivir en un estrés casi permanente?

La música, las vibraciones, el sonido tienen un lado científico, en la musicoterapia, poco conocido y desarrollado. Las vibraciones musicales y en concreto instrumentos como los cuencos tibetanos nos ayudan a regular las funciones a nivel fisiológico, acústico, en el cerebro y el corazón, en relación al desarrollo del nivel de coherencia cardiaca y relajación cerebral.

Los cuencos tibetanos emiten básicamente la frecuencia de la onda Alfa, que es la que emite el cerebro cuando está en sueño semi-profundo o en estado de relajación-meditación.

De ese modo y siguiendo la ley físico acústica de la resonancia, cuando lo escuchamos entramos directamente en onda alfa, lo que mejora nuestro nivel de coherencia cardiaca, calma nuestra mente bulliciosa y restablece una respiración diafragmática profunda lo que mejora directamente el estado físico, emocional y energético de la persona que recibe el sonido.

Además los cuencos colocados en diferentes partes del cuerpo emitiendo su característica vibración, masajean con el sonido incluso el interior de los órganos, vísceras, músculos, huesos.

La onda expansiva del sonido se expande y viaja a través de nuestro cuerpo que vibra al unísono con este sonido armonioso y restablece una paz interna que recupera de los desequilibrios el sistema inmunológico, nervioso y hormonal, lo que ayuda enormemente a despertar el poder de sanación que nuestro cuerpo tiene naturalmente.

Estos instrumentos musicales ancestrales,  emiten frecuencias de un sonido base más multitud de armónicos. Los armónicos son al sonido lo que las diferentes tonalidades de un color son a un color en concreto.

Estos armónicos naturales agudos dinamizan los micromúsculos del oído interno que a su vez sirven de dinamo y batería recargando de energía el cerebro, y de nuevo aportando la fuerza a los sistemas inmunológico, hormonal y nervioso con el consiguiente beneficio general desde lo físico pasando por lo emocional, mental y energético.

Y cuando sabemos que la mayoría de los desarreglos y disfunciones o enfermedades provienen de las consecuencias negativas del estrés acumulado, el hecho de recibir estos sonidos con todas sus facetas de actuación, nos pueden ayudar en cualquier tipo de enfermedad o proceso de vida.

Añadir que también la onda expansiva del sonido tiene su influencia en el agua y líquidos, de nuestro cuerpo, desde las aguas intracelulares, hasta el fluido general sanguíneo, y tomando los estudios de Emoto sobre los cristales del agua y su reacción ante las palabras y sonidos positivos podemos imaginar la envergadura de estos instrumentos musicales provenientes del Tíbet en materia de salud y bienestar, además de toma de conciencia y de herramienta de crecimiento personal.

Trabajamos, armonizando y limpiando nuestros tres centros básicos

El cerebro, el corazón y los intestinos-aparato genital (en la mujer, la conciencia del Útero).

Llevo años trabajando con el sonido, y puedo asegurar que con la vibración que resuena con los sonidos armónicos en estos tres centros, podemos restablecer el equilibrio perdido en la enfermedad, y fortalecer a la persona y por ende a su alma, para que recupere el poder sobre ella misma y su Conciencia de Sanación Interior.

Regalarnos momentos de respiración y Paz interior, con las ondas expansivas de tranquilidad que emiten los sonidos de los cuencos tibetanos, ofrecernos sentir la vibración Alfa para nuestro cerebro y corazón en una sesión de cuencos tibetanos es regalarnos salud y una larga vida llena de bellos y positivos momentos.

Autor: Gaia Chiquinquirá Medina Sanchez , musicoterapeuta-terapeuta vibracional

"Una vez que tomás una decisión -decía Emerson- el universo entero conspira para hacer que ocurra."

Soltar viejas creencias.....
Cambiar la energía.....
Salir de los límites imaginarios....
Experimentar nuevas frecuencias....
Escuchar al corazón......
Liberar al niño interior......
Creer para crear......
Descubrir otros mundos...
Elevar el espíritu.....
Sanar el alma........de eso se trata!!!

MAS INFO:  http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/las-frecuencias-del-solfeggio-1156.html

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